Dentro de las sesiones anuales llevadas a cabo por Fotobservatorio —proyecto hoy liderado por el Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México—, dedicado a temas que giran alrededor de la fotografía como la conservación, la organización, el contexto de producción, restauración y otros, la coordinadora del área de Conservación de Fuentes Fotográficas de Adabi, Berenice Hernández Rochín, estuvo presente en una mesa junto a ponentes de la Coordinación de Memoria Histórica y Cultural de México, el Archivo Fotográfico José Antonio Rodríguez y del Museo del Estanquillo.
La presentación de Hernández Rochín versó sobre la organización de colecciones, labor que Adabi ha desarrollado en más de 80 proyectos a lo largo de casi 19 años, tanto en instituciones públicas como privadas, así como civiles y eclesiásticas. La ponente afirmó que cada uno de ellos ha constituido un reto individual, pues no se siguen recetas, sino estrategias flexibles que han cumplido el propósito de resolver el objetivo, siempre apoyados en la normatividad establecida y en lo que señala la archivística.
Como segunda parte de la mesa se plantearon cuestiones referentes a los retos que se enfrentan en el campo de la fotografía, y a cómo tener y desarrollar buenas prácticas para la conservación del patrimonio documental. Ante esto, la especialista respondió que, al no tener un fondo propio, el principal reto de Adabi en la materia es la realización de un buen diagnóstico de las colecciones para identificar necesidades particulares y proponer la metodología más adecuada para abordar cada caso; sobre la segunda interrogante, se propuso un análisis, monitoreo y seguimiento de los acervos, un cuidado de la información técnica, flexibilidad y una estrecha vinculación entre instituciones.
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