Con el Ateneo Español como anfitrión transcurrió la II Jornada Académica de la AMABPAC la mañana del 9 de octubre. El evento sucedió durante las celebraciones del trigésimo aniversario de la Asociación Mexicana de Archivos y Bibliotecas Privados (AMABPAC) y se desea establecer como una ceremonia anual para celebrar el trabajo de conservación y divulgación del patrimonio documental y bibliográfico que realiza en México por parte de instituciones poco referidas. Esta vez tocó reconocer a dos instituciones que resguardan patrimonio documental y bibliográfico del siglo XX: el Archivo Benjamin Diederik Bob Schalkwijk, fotógrafo de larga trayectoria y arraigo en México, y la Biblioteca Genaro V. Vásquez, perteneciente al otrora gobernador de Oaxaca, ubicada en Santa María del Tule de dicha entidad. Como mención especial se consideró a la colección fotográfica “Itzmiquilpan de mis recuerdos”, creada por Alma Delia Mondragón, directora de la revista Cactus.
Después de las palabras de bienvenida de Ariadna Rodríguez, del Ateneo Español, se procedió a la entrega de reconocimientos; aunque el representante de la Biblioteca Genaro V. Vázquez no pudo asistir, Hugo Daniel López Hernández, del Instituto Dominicano de Investigaciones Históricas, hizo una acotación muy sucinta del ganador de la categoría de bibliotecas. Introducida por la presidenta de AMABPAC, Verónica Kugel, la señora Mondragón agradeció la distinción e hizo un breve recuento de cómo es que se fue conformando la recopilación de material fotográfico que se publica en Cactus, enriqueciéndose especialmente de donaciones de diversas familias locales; la reconocida afirmó que eran las fotografías antiguas que aparecían en la revista las que hacían que la publicación se vendiera, ya que se trata de memorias propias de la comunidad vistas mediante diferentes autores e intenciones; refirió que los vendedores locales en un inicio no creían que la revista pudiera venderse, ya que no traía “nota roja”, sin embargo, se demostró con las ventas que la nostalgia era igual de poderosa.
Como intermedio entre las charlas de los reconocidos se presentaron los libros VI Recorrido por Archivos y Bibliotecas Privados, por la doctora Aurora Gómez Galvarratio, investigadora de El Colegio de México, quien hiciera un paralelismo entre los artículos y un menú: los hay entradas, platos fuertes y postres. Por su parte, la maestra Adriana Patricia López Rodríguez se refirió al libro Archivos y Bibliotecas ante el reto de la Globalización, producto de las ponencias presentadas en el 25 aniversario de la AMABPAC, y destacó la importancia de la sociedad civil en el cuidado del patrimonio documental de México e insistió en que este tipo de publicaciones tienen que ser conocidas por los estudiantes de posgrado para que puedan sacarle provecho a los acervos de la asociación.
Para cerrar la jornada, Verónica Loera y Chávez Castro, directora de Adabi de México, presentó, a modo de preámbulo, a Bob Schalkwijk, fotógrafo neerlandés avecindado en México desde la década de 1950 del siglo XX. Posterior a la entrañable introducción, Schalkwijk hizo una remembranza de sus primeros años en México a través de las imágenes proyectadas en el recinto del Ateneo Español. El fotógrafo mencionó algunos datos significativos de su archivo –que está ordenado en sobres–, con las fotografías numeradas y datadas, estableciendo un sistema de numeración para cada tipo de película fotográfica, mismas que se encuentran en proceso de digitalización para evitar en lo posible la manipulación del negativo. Afirmó que las fotografías contienen “la experiencia de la gente” y “guardan” la memoria de la comunidad, pero, agregó: “Estoy seguro de que todo va a cambiar” y por eso es que sigue haciendo fotografía. Afirmó que el rasgo distintivo de su fotografía es la importancia y el cuidado que le da al revelado, y sobre la resistencia que tenía para traer consigo a veces hasta cinco cámaras con películas blanco y negro, a color y en distintos tipos de exposición, además de un formato diferente “era yo muy fuerte”, bromeó. El premiado se refirió a diversos escenarios que siempre le ha gustado fotografiar, como el Bosque de Chapultepec o la Sierra Tarahumara, a donde ha viajado 17 veces; mencionó también la transición que ha observado en las comunidades rurales, especialmente en la vestimenta, ya que antes las personas portaban sus vestidos tradicionales “con orgullo” y ahora todos se visten casi igual: “sabíamos que en una generación todo cambiaría”.
