Las imágenes digitales dominan el presente; sin embargo, para los historiadores, la vida cotidiana —a menudo imperceptible— deja numerosos testimonios de los días de celebración, como lo ha sido San Valentín desde el siglo XIX.
Ya en 1864, un reportero inglés se interesó en descubrir el origen de las tarjetas de San Valentín, que en sus inicios eran elaboradas a mano. Como ocurre con muchas expresiones humanas, no pasó mucho tiempo antes de que las imprentas tomaran el control de su producción y distribución.