Ubicado en el ex convento de San Francisco de Asís en Conkal, Yucatán, el Archivo Histórico de la Arquidiócesis de Yucatán (AHAYUC) se ha consolidado como un repositorio fundamental para la historia eclesiástica del sureste mexicano. Su acervo resguarda seis valiosos fondos documentales que ofrecen una mirada profunda al devenir de la Iglesia católica en la región, convirtiéndolo en una fuente imprescindible para la investigación histórica y la preservación del patrimonio documental.
Uno de estos fondos documentales es el Archivo General del Arzobispado de Yucatán (AGAY), resguarda los libros sacramentales y disciplinares de las parroquias de la Arquidiócesis, con registros que abarcan de 1543 a 1991. Está almacenado en 874 cajas de polipropileno tamaño AG-12 y cuenta con un total de 5,500 libros procedentes de 65 parroquias[1].
Este fondo ha recorrido un largo camino antes de establecerse en Conkal. Inicialmente, cada parroquia era responsable de resguardar la documentación que generaba, hasta que, de manera gradual, los documentos fueron concentrándose en la Catedral de Mérida. Finalmente, entre 2014 y 2020, el acervo fue trasladado a su ubicación actual. Desde su llegada se han emprendido labores de organización, diagnóstico, limpieza profunda, desinfección, elaboración y colocación de guardas, para mejorar su estado físico y garantizar su preservación, consulta y difusión a largo plazo.
En 2022, personal de ADABI realizó un diagnóstico específico del fondo con el objetivo de gestionar un proyecto enfocado en atender sus principales daños y permitir su consulta. Debido a que el deterioro predominante que presenta es la corrosión de tintas ferrogálicas en diferentes niveles, se decidió priorizar las intervenciones orientadas a estabilizar estructuralmente los libros más afectados, estableciendo metas acordes con los recursos disponibles.
La cantidad de libros a intervenir, los materiales especializados y contar con personal capacitado implica una considerable inversión, que no siempre es sencillo de obtener. Para este proyecto específico, se han reunido esfuerzos de la Arquidiócesis de Yucatán y de ADABI, además de la colaboración de particulares comprometidos con el patrimonio cultural y documental yucatanenses.
De esta manera, el Proyecto de Conservación de los libros sacramentales y disciplinares del AGAY dio inicio el 5 de febrero del presente año con el objetivo específico de estabilizar los cuerpos de los libros que no se pueden consultar. El equipo de trabajo destinado a ejecutar el proyecto está formado por dos técnicos en conservación que laboran en el taller del AHAYUC, Esthefanía Soberanis y Rodrigo Gómez, quienes han recibido capacitación y han adquirido la experiencia necesaria para intervenir este tipo de documentos y deterioros. En esta primera etapa les apoya Sandra Caltempa, técnico en conservación del CCRE, quién trabajará presencialmente en dos periodos de tres meses durante el año.
La falta de personal sigue siendo un desafío importante. Para hacer frente a esta situación, se invitó a los estudiantes que estaban por concluir su servicio social a sumarse como voluntarios en las labores de estabilización. Afortunadamente uno de ellos aceptó, colaborando en tareas básicas que no requieren habilidades especializadas ni contacto directo con los documentos.
Los primeros dos meses de trabajo en el proyecto han sido intensos, ya que es fundamental optimizar el tiempo para alcanzar las metas planteadas. Durante este periodo, se ha avanzado en la selección y registro de los documentos con mayor nivel de deterioro, lo que ha permitido un conocimiento más profundo del acervo y la estandarización de criterios para su registro e intervención.
Cabe destacar que el coordinador del AHAYUC ha brindado apoyo en la identificación y registro de los libros, gracias a su profundo conocimiento del fondo. Su colaboración ha agilizado el proceso de revisión y permitido priorizar aquellas secciones más solicitadas para consulta, determinando que la sección disciplinar requiere atención prioritaria.
Así mismo, se han comenzado a limpiar y desinfectar los libros que por su delicado estado de conservación no se habían podido manipular en etapas anteriores, para ello se instaló una cámara de fumigación elaborada con materiales muy accesibles que no requiere gran inversión.
Además de lo anterior, ha sido muy gratificante intervenir las fojas más dañadas, las cuales al ser laminadas finalmente pueden ser manipuladas, de esta manera estos libros sacramentales se devolverán a consulta tras la intervención. Incluso cuando algunas fojas presentaron tintas con un nivel de carbonización tan elevado que no ha sido posible rescatar toda la información.
Por encima de las dificultades, el equipo de trabajo está enfocado 100% al avance del proyecto, hay entusiasmo por devolver la estabilidad a los documentos y enfrentarse a las distintas problemáticas por la diversidad que ofrece el fondo. Incluso en el equipo ha surgido la inquietud de a largo plazo llegar hasta una etapa de encuadernación después de la estabilización, como una gran oportunidad que les conllevará mayor aprendizaje y retos.
Es necesario resaltar que desde el cambio de sede del ha estado presente el equipo de Adabi, tanto en la asesoría para el traslado, la donación de cajas, la capacitación en materia archivística, la elaboración del diagnóstico, la adecuación de los espacios, la instalación del taller, la impartición del diplomado, la capacitación al personal que ha trabajado en el taller, por lo que este proyecto del fondo AGAY continúa la colaboración que seguirá rindiendo frutos para la preservación del patrimonio documental yucatanense.
Sandra Caltempa Caballero | Adabi
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[1] Mendoza Alonzo, Carlos Armando. Inventario del Archivo Parroquial del Sagrario Metropolitano de Mérida, Arquidiócesis de Yucatán. México: Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México, 2024.