En México, numerosos recintos penitenciarios, tanto locales como estatales e incluso nacionales, han sido reconvertidos en espacios dedicados a la conservación documental, como archivos municipales, estatales o nacionales, una vez concluida su función como cárceles.

La ciudad de Guaymas, Sonora, no ha sido la excepción. Su antigua cárcel, ahora sede del Archivo Histórico Municipal, representa un ejemplo de esta transformación del patrimonio construido.

El recinto abre sus puertas al público mediante visitas guiadas que permiten conocer no solo el archivo y sus acervos, sino también la historia y arquitectura del edificio que alguna vez funcionó como centro penitenciario.

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