La cocina y el nacionalismo cultural suelen entrelazarse en los recetarios, donde la identidad de una región o país se manifiesta a través de sus ingredientes, técnicas y tradiciones culinarias.
Un ejemplo destacado de ello es el Sent Soví, considerado el libro de cocina más antiguo de Europa impreso en lengua vernácula.
Escrito en catalán y fechado en el siglo XIV, este recetario marca un punto de inflexión en la historia gastronómica europea, al representar una de las primeras transmisiones escritas de una cocina regional fuera del ámbito exclusivo del latín.