Mantener en buen estado las edificaciones que resguardan el patrimonio documental es una responsabilidad esencial. Esto garantiza no solo la conservación de los acervos, sino también el bienestar de los trabajadores y las condiciones adecuadas para la consulta de los usuarios.
Asimismo, resulta fundamental cuidar el entorno inmediato de los archivos, evitando la presencia de agentes que puedan alterar o dañar tanto los edificios como los documentos que se resguardan.
En el caso de León, Guanajuato, el municipio ha ido más allá de las medidas básicas de preservación, al resaltar también el valor patrimonial del inmueble que alberga su archivo histórico. Con ello demuestra el interés de la comunidad en conservar y difundir este espacio como parte de su identidad cultural.