En los últimos años, diversos especialistas han confirmado que algunos documentos considerados durante décadas como prehispánicos fueron, en realidad, falsificaciones realizadas por encargo. En este contexto, un investigador ha señalado recientemente que el llamado Códice Azcatitlán también habría sido elaborado por manos no prehispánicas.
La propuesta sostiene que el documento podría datar de finales del siglo XVII o principios del XVIII y haber sido producido con un propósito específico, posiblemente para responder a intereses históricos, políticos o de identidad que surgieron en ese periodo.
A pesar de esta nueva lectura sobre su origen, el investigador subraya que el Códice Azcatitlán conserva un valor testimonial significativo. Su contenido permite comprender cómo diferentes actores del periodo colonial reinterpretaron el pasado indígena y construyeron narrativas propias sobre los acontecimientos anteriores a la Conquista.