En la actualidad, la inmediatez de las noticias resulta habitual, gracias, en gran medida, al desarrollo tecnológico; sin embargo, hace 125 años la difusión rápida de la información era poco común y, por ello, las imágenes de los acontecimientos eran escasas y de difícil acceso.
En ese contexto histórico, un buque escuela alemán se estrelló en las playas de Málaga, suceso que fue presenciado por distintos testigos: desde quienes acudieron a auxiliar a los marinos hasta aquellos que lograron registrar el acontecimiento mediante fotografías.
Hoy, estos testimonios visuales se han transformado en valiosos documentos históricos que permiten reconstruir el hecho y preservar la memoria de un naufragio que forma parte del patrimonio.