Gracias al impulso de un abogado uruguayo respaldado por un juez, se iniciaron las investigaciones que llevaron al descubrimiento de miles de documentos, hoy conocidos como los “Archivos del Horror”.
Estos expedientes fueron hallados en una edificación en las afueras de Paraguay, y en ellos se encontró evidencia tanto de las actividades del gobierno dictatorial uruguayo como de la intervención de Estados Unidos en la política sudamericana.