María Estuardo fue ejecutada por alta traición tras conspirar contra su prima, Isabel I de Inglaterra. Las pruebas del complot se encuentran en los documentos intercambiados entre los confabuladores, cuyo contenido estaba cifrado.
Estas cartas se conservan en la Biblioteca Nacional de Francia y, de no haber sido por un agente doble, la conspiración habría pasado desapercibida.
Los símbolos utilizados en la correspondencia fueron analizados mediante un criptoanálisis conocido como Back in Time, en el que participaron historiadores, criptógrafos y expertos en inteligencia artificial.