En noviembre de 1990, una conocida revista estadounidense publicó una de las fotografías más polémicas del siglo XX: la imagen de David Kirby, enfermo terminal de sida, tomada con el consentimiento de su familia. La fotografía conmovió y escandalizó a la opinión pública por su crudeza y carga simbólica, convirtiéndose en un ícono de la lucha contra la enfermedad y el estigma asociado a ella.
Casi un siglo antes, en 1898, dos fotógrafos capturaron clandestinamente la imagen de Otto von Bismarck, artífice de la unificación alemana, en su lecho de muerte. A diferencia del caso de Kirby, esta imagen fue tomada sin autorización, mediante el soborno al personal de la residencia del canciller.
La publicación de la fotografía provocó gran controversia en Alemania, lo que llevó a su retiro inmediato de los periódicos. No fue sino hasta 1952 cuando, tras obtenerse el permiso correspondiente, la imagen pudo reproducirse legalmente.