Uno de los acontecimientos de la historia contemporánea más sobresalientes fue sin duda el llamado Sismo del 85. El grado de afectación de la vida cotidiana de la Ciudad de México se vio ampliamente documentado a través de diversos medios, y uno de ellos, sin duda, fue la fotografía.
Los fenómenos naturales no son predecibles, pero si la revisión de sus consecuencias a través de los documentos, puede ser una herramienta para prevenir pérdidas, especialmente humanas, además de constituir un constante recordatorio, en este caso, de la solidaridad ante el sufrimiento ajeno en este tipo de fenómenos.