La identidad y la procedencia de una persona son fundamentales tanto para su historia personal como para su estabilidad emocional.
A lo largo de la historia, diversos eventos han generado un gran número de huérfanos adoptados por familias en otros países. Un ejemplo notable fue el traslado de niños desde Vietnam hacia Estados Unidos, considerado en su momento como una alternativa viable para garantizar su bienestar.
Debido a la premura y presión con que se ejecutó este proyecto, muchos de estos niños desconocían sus orígenes. Recientemente, se descubrió documentación relacionada con el traslado de varios de ellos en un sótano de un convento en Colorado, lo que ha permitido reconstruir parte de su historia personal.