El conflicto bélico entre Palestina e Israel ha dejado a cientos de personas sin documentos esenciales, desde identificaciones oficiales hasta fotografías familiares que resguardaban la memoria de sus antepasados.
La misma situación afecta a la memoria colectiva, pues diversos archivos y bibliotecas han sido destruidos durante los bombardeos, provocando la pérdida irreparable de registros históricos y culturales.
La ausencia de documentación abre espacio al oportunismo y contribuye a la “invisibilidad” de quienes han perdido todo, dificultando su identificación, el reconocimiento de sus derechos y la preservación de su historia personal y comunitaria.