Adabi de México, A.C.

Concluye primera etapa de conservación de bienes bibliográficos del Oratorio de San Felipe Neri

Es una realidad en nuestro país el encontrar acervos bibliográficos en condiciones menos que deseables; debido a la agravante situación derivada de la pandemia, muchas dependencias han tenido que enfocar los pocos recursos que tienen en las prioridades más fundamentales, dejando para después los acervos. Frente a este panorama, se combinaron esfuerzos de personas e instituciones para evitar la pérdida del patrimonio documental mexicano. Un ejemplo de esto fue el trabajo realizado en la Biblioteca Vicente de Jesús Cedeño, ubicada en el Templo de la Concordia de la Congregación del Oratorio de San Felipe Neri en la ciudad de Puebla.

Gracias a la iniciativa de Alejandro Serrano Núñez, investigador independiente involucrado con la Congregación —quien tomó en cuenta que aún faltaba mucho por hacer para mejorar el estado del patrimonio cultural de este recinto, y cuyo trabajo previo tuvo como resultado la organización del archivo histórico—, y a la intervención de Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México, A.C. fue que a principios de 2021 se entablaron pláticas que generaron un proyecto para la rehabilitación integral de la biblioteca.

Primero se realizó una visita por parte del personal del Centro de Conservación y Restauración (CCRE) de Adabi de México para examinar el estado en el que se encontraba la colección y las condiciones de su repositorio. Gracias a ello se pudo determinar que el inmueble presentaba daños en el techo a causa del sismo de 2017, lo que ocasionó que durante las temporadas de lluvia se filtrara el agua, mojando los libros y generando, a su vez, el crecimiento de microorganismos en gran parte del acervo. Además, se halló una gran acumulación de polvo y suciedad, y se detectó que la estantería era insuficiente para el óptimo almacenamiento de los libros.

Estas observaciones llevaron a la conclusión de que los libros debían ser trasladados a otro espacio dentro de la Cofradía, uno que tuviera mejores condiciones para protegerlos y efectuar la limpieza, desinfección e inventario, de esta manera se tendría mayor certeza sobre el contenido de la biblioteca. Se habilitaría el nuevo espacio y se colocaría estantería nueva, esto gracias a la colaboración de dependencias gubernamentales de Puebla; posteriormente, se trasladarían los libros para dar pie al proyecto de limpieza y catalogación por parte de Adabi de México.

La naturaleza ganó a la gestión del proyecto, ya que solo unas semanas después de efectuarse las pláticas y visitas, el agua de las fuertes lluvias de mayo se filtró nuevamente en el inmueble, afectando a poco más de mil libros, por lo que fue necesario dar atención a la emergencia, es decir, retirarlos del lugar dañado, secarlos y después trasladarlos al nuevo espacio.

Una vez atendida la emergencia se realizó la limpieza con brocha y aspiradora de todos los ejemplares: 9553 en total, en un plazo de ocho meses. Dennis Marcovick Pérez Bernabé, María Merced Rodríguez Pérez y Fabiola Amaranta Cruz Maldonado fueron los colaboradores que trabajaron desde las labores de rescate, por lo que se familiarizaron con la colección y, posteriormente, recibieron la capacitación para ejecutar el proyecto.

La tarea de limpieza consistió en retirar de manera continua grandes cantidades de polvo, lo que implicó la desinfección local de microorganismos que volvían a desarrollarse en los ejemplares. En esta etapa, para registrar los deterioros más significativos se mantuvo un registro previo de los libros con su identificación numérica con el objetivo de regresar a ellos y conservarlos posteriormente. Como una de las medidas para almacenar de mejor manera los ejemplares, se utilizaron recursos temporales, como cambios en la estantería, en espera de que se sustituya por el mobiliario definitivo que proteja adecuadamente a los libros.

De esta manera, el 15 de febrero de 2022 se concluyó la primera etapa del proyecto, que incluyó el rescate, limpieza y traslado de los libros pertenecientes a la biblioteca de la Congregación del Oratorio de San Felipe Neri en la ciudad de Puebla. Sin embargo, el esfuerzo no termina ahí, ya que se continuará con la organización y catalogación de los libros para tener un cabal entendimiento de su riqueza bibliográfica.

A. Mejía