Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México ha cumplido veinte años de coadyuvar al rescate, conservación, organización y difusión del patrimonio documental de México en condiciones de vulnerabilidad. Para festejar este aniversario volvió a reunirse, como en años anteriores, con sus amigos y colegas en la capilla del Colegio de San Ignacio de Loyola, Vizcaínas.
Como es costumbre, las palabras de bienvenida corrieron a cargo de la directora de Adabi, la doctora Stella María González Cicero, quien habló de la labor de la asociación realizada a lo largo de veinte años: “Todo es medible en kilómetros de documentos y libros o en unidades documentales”. De igual manera, mencionó que a dos décadas de trabajo el resultado de la reflexión derivada de ello es que no es posible quedarse sólo con lo ya hecho, sino que se debe luchar “por la permanencia y persistencia de este esfuerzo conjunto”. El proyecto que más destacó en su discurso fue el material elaborado por Adabi a lo largo de estos cuatro lustros, mismo que debe de ser promovido a través de plataformas que permitan conseguir más usuarios, tanto de los instrumentos de consulta como de las publicaciones que reflejan el trabajo diario de la asociación y, por lo tanto, la proyección hacia el exterior. Tras agradecer a los invitados de los conversatorios, la doctora González reafirmó el reconocimiento del apoyo y confianza depositadas en Adabi por don Alfredo Harp y la doctora María Isabel Grañén, “por todos estos años que nos han permitido constituirnos, crecer y fructificar en beneficio de un México mejor”.
La celebración del vigésimo aniversario continuó con el primer conversatorio denominado “Adabi, 20 años trabajando en el territorio de la memoria de México” con las intervenciones del doctor Jesús Héctor Trejo Huerta, investigador en historia y etnohistoria; la doctora Ana Rita Valero de García Lascuráin, investigadora, académica y promotora cultural; la maestra Hilda Trujillo Soto, directora general de Cultura de la alcaldía Coyoacán (y otrora directora de la Casa Azul); el presbítero Juan Carlos Casas García, director del Departamento de Historia, Arte y Archivos de la Conferencia del Episcopado Mexicano y del maestro Martín Clavé Almeida, jefe del Área de Historia del Diseño de la Universidad Autónoma Metropolitana; tales intervenciones moderadas por la historiadora Belém Oviedo Gámez, directora del Archivo Histórico y Museo de la Minería. Los participantes destacaron la importancia de la organización del patrimonio documental, así como la relevancia del apoyo de Adabi en distintas áreas de oportunidad, desde el rescate de archivos y bibliotecas hasta el impacto en el trabajo de los investigadores y la capacitación de personal. La doctora Valero afirmó que en un país en donde existe una “dialéctica incomprensible” de presumir el patrimonio histórico a la par que prevalece el descuido, la aparición de Adabi fue un “momento virtuoso” para la herencia documental de México.
Para amenizar la ceremonia se presentó un intermedio musical a cargo de Adán D´ Jesús, especialista en fagotes históricos y director de la Schola Cantorum del Seminario Conciliar de México, acompañado de Benjamín Paredes Aponte, organista titular y custodio del órgano monumental de la Insigne y Nacional Basílica de Santa María de Guadalupe, quienes interpretaron los Versos del segundo tono de José Antonio Gómez y Olguín (1805-1876), partitura procedente del Archivo Histórico del Colegio de Vizcaínas, seguido del Preludio de la Suite número 4 de Johann Sebastian Bach (1685-1750) y la Sacra Partitura, Sonata sopra La Mónica, de Philipp Friedrich Böddecker (1615-1683), culminando su intervención con ocho juguetes musicales.
El segundo conversatorio, designado como “El futuro de Adabi en la memoria de México”, contó con la participación de la doctora Liliana Giorguli Chávez y de la doctora Eugenia Macías Guzmán, ambas provenientes de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía “Manuel Castillo Negrete”; la doctora Luisa Vilar-Payá, musicóloga de la Universidad de las Américas, Puebla y la maestra Alicia Barnard Amozorrutia, consultora independiente en archivos y tecnología; esta mesa fue moderada por el maestro Abel Luis Roque López, director del Archivo General de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Dentro del tópico central de este segundo conversatorio se encuentra la visualización de posibles áreas de oportunidad de Adabi, para lo que las conversadoras coincidieron en diferentes retos: creación de alianzas interinstitucionales, especialización de la capacitación y de la atención, vinculación social a través de la socialización de los conocimientos, digitalización para evitar la pérdida de materiales difíciles de maniobrar, sustentabilidad y el establecimiento de políticas, procesos y procedimientos en diferentes áreas y niveles de acción.
Para culminar el evento se escucharon las palabras de la presidenta de Adabi, la doctora María Isabel Grañén Porrúa, y del contador público don Alfredo Harp Helú, presidente honorario vitalicio de la fundación que lleva su nombre. En su alocución la doctora Grañén afirmó que la creación de Adabi hace dos décadas era una necesidad del país, para lo que “la vida nos marcó la pauta”, y, conforme han transcurrido los años, la asociación ha respondido a los requerimientos más importantes para salvaguardar la memoria escrita de México con personal profesional y con código de ética. “Han transcurrido dos décadas de retos y alegrías”, afirmó la presidenta de Adabi. Por su parte, don Alfredo Harp Helú mencionó que no queda más que “seguir trabajando por la memoria de México” y aprovechar más, en lugar de temer, a la inteligencia artificial, en relación a los comentarios realizados en el segundo conversatorio. Como acto postrero, los Harp-Grañén, con motivo de tan importante aniversario, obsequiaron a la doctora González Cicero un broche elaborado por orfebres oaxaqueños que recrea el logotipo de Adabi.