Las bibliotecas, sin duda, resguardan acervos extraordinarios, algunos donados y otros adquiridos cuando es posible.

En días recientes, se ha dado a conocer que la Biblioteca Británica, uno de los mayores repositorios de libros del mundo, buscó adquirir el archivo personal de un doble agente.

Este hecho fue una clara llamada de atención para los archivos nacionales británicos respecto al “comercio” de dicho acervo.

El escándalo tiene varias aristas, destacando la recepción de dinero por parte de la viuda rusa de Kim Philby a cambio de documentos clasificados, el costo en vidas humanas debido a las acciones de este agente doble, y la implicación de fondos gubernamentales.

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