Adabi de México, A.C.

TRAS LAS HUELLAS DE LA MEMORIA

El Archivo de la Parroquia de la Santa Vera Cruz, una historia en proceso

Clara Jaqueline Rodríguez García | Archivo Adabi

Queridos lectores, nos encontramos con ustedes en esta última edición del año en su sección Historias del Archivo de Adabi. En este último número nos gustaría hablarles sobre un proyecto muy especial que se llevó a cabo a inicios de la década anterior.

 

En 2011 se rescató el Archivo de la Parroquia de la Santa Vera Cruz considerado de gran valor histórico por haber sido una de las dos parroquias más antiguas de la Ciudad de México, ya que fue erigida por el arzobispo Alonso de Montúfar en el año de 1568, tras establecer la incapacidad del Sagrario de la Catedral para dar servicio a toda la ciudad y a la población indígena. En un primer momento se estableció como capilla de uso privado de los cofrades de la Archicofradía de la Cruz,[1] quienes recibieron el terreno de manos del Ayuntamiento en 1527.[2]

 

La solicitud para realizar el proyecto de rescate fue presentada por el párroco Rafael Montoya García y fue encabezado por el maestro Jorge Garibay Álvarez (1943-2020), otrora coordinador de Archivos Civiles y Eclesiásticos de Adabi.

 

Este proyecto, además, fue muy particular porque contó con la participación de cinco estudiantes de la licenciatura en Historia del Instituto José María Luis Mora: José Emilio Reyes Rocher, Binisia Cruz Salinas, León García Rodrigo, David Bolaños Reyes y Miguel Ángel Sandoval García quienes participaron en tareas de limpieza de documentos, reemplazo de cajas y levantamiento de inventario general.

 

Estas tareas se llevaron a cabo durante cinco días en un horario de 10 a 14 horas y fueron supervisadas por el profesor Tomás Hernández y  la doctora María Eugenia Chaoul, coordinadora académica de la licenciatura, que se encargaron principalmente de regular el buen desempeño de los alumnos.

 

En el expediente que se resguarda en el Archivo de Adabi, se encuentra una carta de agradecimiento por la oportunidad que se les ofreció a los alumnos de la licenciatura de formar parte de esa experiencia; en ella el director de docencia del Instituto Mora, doctor Luis Jáuregui Frías, menciona lo siguiente: “por ser la gestión cultural una de las líneas de formación de la licenciatura, el aprendizaje que esta experiencia

tiene es invaluable al permitir a nuestros estudiantes apreciar las necesidades que tienen las parroquias para clasificar y cuidar su historia”,[1] con lo que podemos entender que experiencias de este tipo enriquecen, hoy y siempre, las prácticas de los historiadores, ya que les permite valorar la fuente primaria que les enseña a buscar con gran ahínco.

 

Esta particular colaboración comenzó el 31 de mayo de 2011, entre los alumnos del Instituto Mora y el personal especializado de Adabi de México,  con la celebración de una reunión preparatoria,  donde el maestro Jorge Garibay otorgó una capacitación donde explicó las principales características de los archivos sacramentales y el método de estabilización, organización, conservación e inventario que realiza la asociación.

 

Los alumnos, ya en la Parroquia de la Santa Veracruz, disfrutaron de distintos momentos de asombro, como nos permite vislumbrar la bitácora que desarrollaron y que se encuentra resguardad en el expediente. En un primer momento se vieron sorprendidos por la majestuosidad del edificio, pero también les impresionó su gran deterioro, inclinación y descuido, que son características que brincan a primera vista en los templos más antiguos del Centro Histórico de la Ciudad de México.

También, como es común en los proyectos de rescate, les sorprendió que los documentos se encontraran escondidos en un pequeño y oscuro cuarto en la parte posterior de la iglesia, en estanterías empotradas con altura de hasta dos metros; sin embargo, al tener acceso directo a ellos se maravillaron con la antigüedad y la cantidad tan basta de los documentos que tenían ante sus ojos. En su relatoría permiten entrever el asombro que les generó su primer descubrimiento de un documento cargado de historia que fue una propaganda en contra de la Constitución de Apatzingán, promulgada por José María Morelos y Pavón.

 

El rescate se concluyó el 10 de junio de 2011. Se inventariaron 217 cajas AG-12 y la documentación resguardada en la parroquia quedó asentada en el inventario general cuyas fechas extremas fueron de 1566 a 1972.

 

Este expediente cuenta además con el informe que presentó Rogelio Cortez, donde quedaron registrados no solo los acontecimientos que expresan los avances en el método de rescate, sino también los inconvenientes, que al momento de presentarse requieren de tiempo para ser resueltos y por ello retrasan los procesos.

Por ejemplo, el archivo se encontraba dividido: varios documentos se depositaron, para su mejor resguardo, en la capilla de San Juan de Dios, ubicada frente a la parroquia de la Santa Vera Cruz. Ahí se encontraron un poco más de 50 metros lineales de documentación en una estantería de la oficina principal; estos documentos fueron estabilizados, ordenados, instalados e inventariados en el sitio en que se encontraron, quedando resguardados en 62 cajas AG-12. Estos documentos no pudieron trasladarse a la parroquia de la Santa Vera Cruz, ya que no se contaba con el mobiliario adecuado para contenerlos, a pesar de que el personal de Adabi que se encargó de los trabajos en sitio le explicó al párroco la importancia de unir los documentos, pues formaban parte del mismo fondo, de acuerdo a los principios archivísticos de procedencia, organicidad, unicidad e indivisibilidad.

 

El expediente también cuenta con las recomendaciones básicas que hizo el personal del Centro de Conservación, Restauración y Encuadernación de Adabi de México, quienes, tras visitar el inmueble y el archivo, resolvieron que existían diversos factores de riesgo que podrían afectar gravemente la conservación documental e incluso aumentar las posibilidades de desarrollar fauna nociva, propiciando el ataque de microorganismos.

 

Así termina nuestra revisión de este expediente; sien embargo, la historia de este archivo se sigue escribiendo. Esperamos que para nuestros lectores sea un incentivo que les haga preguntarse qué es de este archivo hoy en día y que también se cuestionen sobre la calidad de vida que experimentan los documentos de las parroquias y templos que nos rodean.

[1] La Archivo cofradía de la Cruz fue fundada por Hernán Cortés en agradecimiento por su arribo seguro al puerto al que nombró de la Vera Cruz en el año de 1519 y sus estatutos fueron aprobados por primera vez el 30 de marzo de 1527 por el vicario general del reino fray Domingo de Betanzos.

[2] Martha Fernández, “La parroquia de la Santa Veracruz: del esplendor al abandono” en Revista Electrónica Imágenes del Instituto de Investigaciones Estéticas, Universidad Nacional Autónoma de México,

[3] Carta de agradecimiento dirigida a la doctora Stella María González Cícero, 25 de mayo de 2011. ARAD, Sección CACE, Serie Proyectos, caja 21, expediente, 06.