Seguramente hoy una multa de tránsito puede tratarse como una nimiedad o algo de lo más cotidiano, sin embargo, existen documentos que prueban el inicio de una práctica o actividad, especialmente, aquellas fuera de la ley.
Así la primera multa por exceso de velocidad de un automóvil fue registrada por un diario londinense en enero de 1896. Al autor de la fechoría se le multó además por usar un carruaje sin caballos, porque viajaban menos de tres personas y porque en el auto no se grabó el nombre y dirección del propietario.