La reunión de los obispos mexicanos para la celebración de la CXVI asamblea plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano fue el pretexto ideal para la inauguración simbólica de las instalaciones del archivo definitivo de la institución, evento que estuvo presidido por monseñor Rogelio Cabrera López, actual secretario de la CEM. La voluntad del Pbro. Juan Carlos Casas, director del Departamento de Historia, Arte y Archivos, así como la de Mons. Rogelio Cabrera, otrora secretario de la misma Conferencia, hicieron posible la implementación de estas instalaciones en las que se pusieron en práctica recomendaciones dadas por el Centro de Conservación, Restauración y Encuadernación de Adabi, mientras que la Coordinación de Archivos Civiles y Eclesiásticos, en la persona de Candy Elizabeth Ornelas Méndez, se encargó de la asesoría sobre los procesos de estabilización, clasificación, ordenación e instalación de las seis secciones que componen el archivo cuya documentación inicia en 1923.
La ceremonia comenzó con las palabras del director Juan Carlos Casas, quien hizo alusión a las palabras de Paulo VI al referirse a los archivos como aquellos que resguardaban el “transitus domini” en la historia de los hombres, afirmando que, a la vez que son memoria y testimonio de la iglesia, son “factores de cultura” para la nueva evangelización; de igual manera agradeció la generosidad de instituciones y personas particulares como don Alfredo Harp Helú y doña María Isabel Grañén Porrúa, así como de Adabi, en la persona de la doctora González Cicero, y al patrocinador de la futura digitalización del acervo.
Tras la lectura de unos versículos de la Carta de San Pablo a los Colosenses alusiva a la ceremonia, Mons. Castro reafirmó ante sus colegas la importancia de los archivos con las siguientes palabras: “La Iglesia católica es la única que no quema sus archivos”, “aunque haya una nota no muy agradable, porque son para nosotros enseñanza, pero también oportunidad de corregir” e hizo hincapié de que ahí se encuentra un archivo vivo del cual se puede aprender, ya que, afirmó, en este momento cultural “la memoria se abrevia con tanta información que recibimos”, y gracias a los archivos es posible mirar hacia atrás a largo plazo, ya que es donde se encuentra la “huella de lo que Dios ha inspirado a los obispos de México”.
La doctora González Cicero recorrió las instalaciones del nuevo archivo, mismas que cuentan con estantería compactable en miras de que sea un espacio en crecimiento; para el evento, se presentó además una exposición con la reproducción de los documentos más señeros que conforman el acervo, ya fueran escritos, impresos y fotográficos.
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