El fragmento de una partitura, clave para el estudio de la música sacra en Escocia, fue descubierto dentro de un ejemplar del primer libro impreso en el país.
Sin embargo, su identificación y asociación con la obra Cultor Dei Memento no se logró hasta fechas recientes, lo que permite datarla con al menos cinco siglos de antigüedad.
Investigadores de la Universidad de Edimburgo y de la KU Leuven vincularon la composición con la Catedral de Aberdeen y la Capilla de Santa María en Rattray, en Aberdeenshire, gracias a la información proporcionada por los propietarios del libro.