Libros coloreados con arsénico: una nueva problemática
Los impresores de todos los tiempos se esmeraron en lanzar al mercado productos no sólo bien hechos, sino también llamativos; ello dio pie al uso de colorantes de muy distintas proveniencias que, en el caso del “verde de París” hoy se sabe que contiene un compuesto derivado del arsénico, de alta toxicidad para los seres humanos y vivos en general.
La Asociación Alemana de Bibliotecas ha expresado su preocupación al respecto de este componente desde finales del año pasado y ya se han dado a conocer diferentes informes al respecto de la contaminación de libros con esta sustancia; varias universidades han revisado sus acervos en busca de estos ejemplares para impedir que lleguen a los investigadores y que contaminen a los libros adyacentes.