Las historias del archivo de Adabi
En esta nueva sección les estaremos presentando los documentos más interesantes de los expedientes que se resguardan en nuestro archivo institucional con el objetivo de acercarlos a nuestro patrimonio documental, ya que Adabi ha pasado 20 años rescatando y preservando los archivos y bibliotecas de importantes instituciones de nuestro país, incluyendo aquellas que se esconden en los más recónditos lugares. No hay mejores palabras para definir la intención detrás de esta nueva serie de textos que las dichas por la doctora Stella González Cicero, directora de esta institución, quien define la actividad de la asociación de la siguiente manera: “Adabi organiza archivos y bibliotecas antiguas, pero, fundamentalmente, crea conciencia del valor de los testimonios del pasado; publica catálogos e inventarios de la documentación que registra las muchas historias de México, pero lo que hace es invitar a su estudio”.[1] Sin duda, en este y en los siguientes números el investigador que se encierra en cada uno de ustedes, nuestros amables lectores, conocerá más acerca del trabajo desempeñado por el equipo de Adabi gracias a los documentos que son testigos de los lazos creados con las instituciones que resguardan el ecosistema documental que conforma la memoria de nuestro país.
El área encargada de preservar esta información es el Archivo, cuya labor consiste en recibir, organizar e inventariar los documentos generados por el resto de coordinaciones que conforman a la asociación, con lo que dan evidencia del trabajo realizado en cada proyecto de rescate archivístico y bibliográfico en México. Este archivo, aparte de contener documentación fruto de la gestión administrativa de los proyectos y actividades que ha ejecutado desde su fundación en el año 2003, alberga tres fondos de gran interés: Fondo Personal Jorge Garibay Álvarez (1935-2022), Fondo Fideicomiso para la Preservación de la Memoria de México (2000-2003) y la primera concentración para el Fondo Personal Stella María González Cicero. Cada uno se encuentra ordenado e inventariado para su consulta.
Al ser esta la nota que inaugura una nueva sección, nos gustaría presentar un expediente que nos llena de orgullo, ya que aloja la información que se produjo en torno al Premio UNESCO/Jikji Memoria del Mundo que fue obtenido por Adabi en 2013 en el municipio de Cheongju de la República de Corea. Este premio es de suma relevancia por haber sido el primer reconocimiento internacional que recibió nuestra asociación civil a solo diez años de su fundación, evento que dice mucho de lo que Adabi había logrado en materia de rescate archivístico hasta esa fecha.
El premio UNESCO/Jikji Memoria del Mundo se otorga a personas u organizaciones que hagan significativas contribuciones a la preservación y accesibilidad de documentos históricos de la humanidad. Su objetivo es conmemorar la inscripción en el Registro Memoria del Mundo de la UNESCO del libro Buljo jikji simche yojeol -que fue impreso en el Templo Heungdeoksa de Cheongju en 1377- como el ejemplar más antiguo del mundo que se imprimió con la técnica de tipos móviles metálicos. El premio, además de conceder la distinción internacional, ofrece un
recurso en metálico de 30 000 dólares estadounidenses, otorgados por la ciudad de Cheongju, de la República de Corea.
Hasta el año 2013, el premio había sido entregado cuatro veces a instituciones de envergadura nacional como la librería Nacional de la República Checa en 2005, al Archivo Nacional de Malasia en 2009 y al Archivo Nacional de Australia en 2011, hasta que en ese año se decidió premiar a una pequeña asociación civil “porque su trabajo contribuye a animar a las comunidades de todo el país a desempeñar un papel activo en la conservación y la preservación y refuerza la idea de que todos los archivos gubernamentales y no gubernamentales son complementarios en la construcción de la memoria colectiva. Adabi así se constituye como un modelo a seguir por otros países y regiones”.[2]
Entre los documentos que dan cuerpo a este expediente encontramos toda la correspondencia que se intercambió con las distintas instituciones involucradas en este evento, incluidas algunas instancias nacionales como la Secretaría de Relaciones Exteriores y la Secretaría de Educación Pública, así como cartas de felicitación de nuestros amigos.
La correspondencia inicia con la confirmación de inscripción en el Registro Memoria del Mundo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) junto con otras 53 solicitudes del 25 de junio y solo un día después un correo que confirmaba la develación de Adabi como ganadora del cotizado premio en su edición 2013, que además fue ratificado por las autoridades federales a partir de un comunicado de prensa expedido por la misma UNESCO.
Asimismo, entre la correspondencia encontramos el inicio de una larga relación que Adabi comenzaría en conjunto con el Gobierno del Estado de Puebla en torno a la restauración de tres códices novohispanos que se hallaban bajo el resguardo de la Casa Museo del Alfeñique en la Ciudad de Puebla y que ahora, ya restaurados, son exhibidos en el Museo Internacional del Barroco en la misma ciudad. La inversión que Adabi se permitió para iniciar su incursión en esa maratónica tarea fue el incentivo económico del premio Jikji.
El expediente nos ofrece, además, una visión pormenorizada de las distintas actividades planeadas por los anfitriones, ya que contamos con los itinerarios del evento y también resguardamos el discurso de la doctora Stella María González Cicero presentado en la ceremonia de premiación del 12 de septiembre de 2014.
Hoy nos despedimos de ustedes con la convicción de haber depositado la curiosidad por conocer otra perspectiva sobre la actividad de preservación del patrimonio documental del país, y de esta manera se convierta en un tema de discusión para fortalecer la responsabilidad y el compromiso que este tipo de premios otorga a todos los habitantes del mundo.
Esperen nuestra próxima nota.
[1] Archivo de Adabi de México, Sección Dirección, Serie Eventos, Caja 61. Stella María González Cicero, Discurso de agradecimiento, 12 de septiembre 2024, Cheongju, Corea.
[2] Archivo de Adabi de México, A.C., Sección Dirección, Serie Subdirección, caja 113. Amanda Rosales Bada, “Reconocimiento a Adabi de México en el evento The Best in Heritage, Dubrovnik, Croacia, del 25 al 27 de septiembre de 2014”.