La Biblioteca Warburg destaca por su carácter único desde múltiples perspectivas. Su creación se originó en un acuerdo inusual: Aby Warburg renunció a los derechos de la primogenitura en su familia a cambio de todos los libros que deseara. El núcleo temático de esta colección gira en torno a lo que hoy conocemos como iconografía, un concepto acuñado por el propio Warburg. Otro aspecto singular de esta biblioteca es su innovador sistema de catalogación, al que su fundador denominó “la ley del buen vecino”. Según este principio, cada libro está rodeado de otros títulos que guardan algún tipo de relación con él, aunque no necesariamente compartan el mismo tema.
Fundada en 1904 en Hamburgo, la Biblioteca Warburg fue durante décadas un centro de investigación para especialistas locales. Sin embargo, tras la muerte de su creador en 1929 y con el auge del nacionalsocialismo en Alemania, surgió la urgente necesidad de proteger los libros de los pogromos culturales que arrasaban el país.
Gracias a la intervención de un industrial y bibliófilo británico, los 60,000 volúmenes de la colección fueron trasladados a Londres, donde quedaron bajo la tutela de la Universidad de esta ciudad.